Nuestros servicios

Las mujeres que consultan por sí mismas, por una amiga o por una pariente, así como las residentes y sus hijas e hijos, pueden contar en todo momento con una ayuda diligente y sostenida por parte del personal de L’Escale pour Elle.


  • Marcando el número de teléfono de L'Escale pour Elle se pondrá en contacto rápidamente con una asesora especializada en ayudar a las víctimas de violencia doméstica y con amplia formación en relaciones de ayuda.

    Es posible permanecer en el anonimato durante toda la llamada.

  • Un espacio de vida seguro, cálido y gratuito para las mujeres víctimas de violencia doméstica y sus hijas e hijos donde hay personal de apoyo disponible durante el día y la noche con el fin de ofrecer servicios confidenciales y adaptados a sus necesidades. También se ofrecen seguimientos individuales para mujeres y sus hijas e hijos.

  • Las asesoras defienden los derechos e intereses de las mujeres víctimas de violencia doméstica informándolas, refiriéndolas y acompañándolas con sus trámites. También se ofrece apoyo sociojurídico externo o tras el alojamiento, apoyo a las madres víctimas de violencia después de una separación y a las niñas y los niños expuestos a la violencia post-separación.

  • Las asesoras remiten a cada mujer, niña y niño a un organismo apropiado para responder adecuadamente a sus necesidades. L'Escale pour Elle también ofrece referencias personalizadas a l'Autre Escale.

  • La Halte-Répit es una oportunidad para que las niñas y los niños establezcan vínculos con otros niños y niñas al tiempo que desarrollan su potencial. También permite a las mujeres continuar con sus trámites o descansar.

  • L'Escale pour Elle mantiene una vida comunitaria vibrante, ofreciendo una reunión semanal con mujeres para proporcionar un espacio de intercambio y debate. También se ofrecen reuniones temáticas y actividades de grupo

  • “Poder consultar en cualquier momento, o casi en cualquier momento, me ha tranquilizado enormemente. Me ha ayudado a controlar el estrés y la ansiedad, y a resolver dudas y preguntas”.

  • “No necesito personas que me agredan. Empecé a recuperar la confianza en mí misma. Mi hijo empezó a ser más cariñoso”.

  • “Sobre todo, aprendí a hablar de una situación invivible, a ver las cosas desde un ángulo diferente y a creer que soy la dueña de mi vida”.

  • “Mi estancia me ha permitido hacer un balance de mi vida y volver a ponerme en pie. Tuve buenos consejos y escucha. Esto me ha ayudado a tomar distancia”.

  • “Aprendí a convivir con varias personas de diferentes nacionalidades y diferentes culturas, respetando y, sobre todo, siendo respetada. Estoy orgullosa de haber llegado a esto y espero haber dado una bella imagen de la mujer argelina y me alegra descubrir, gracias a mi estancia aquí, mi facilidad de adaptación”.

  • “Para mí, la violencia doméstica no es aceptable, algo que no se puede tolerar ni fomentar, porque realmente es el dominio del hombre sobre la mujer”.